Qué son los sistemas de control de humos

Un sistema de control de humos es uno de los sistemas de protección pasiva contra el fuego más importantes. Consiste en un mecanismo de extinción de incendios con el que se puede controlar tanto los humos como los efectos que producen las altas temperaturas del fuego o un incendio en un edificio.

El mantenimiento de los sistemas de control de humos

La instalación de sistemas de control de humos es clave para ayudar a los equipos humanos de rescate en su labor ante un eventual incendio. No en vano, cuando hay espacios inundados de humo la evacuación de un lugar se vuelve mucho más dificultosa y presenta numerosos problemas.

Sin embargo, estos sistemas de protección pasiva contra el fuego se encargan de extraer los gases calientes que se producen en un incendio. De esta manera, se consigue mantener en la medida de lo posible la seguridad del edificio y se podrá proceder mucho mejor a la evacuación de las personas que se hallan en él.

Para su correcto funcionamiento, los sistemas de control de humos deben ser revisados periódicamente (al menos cada 3-4 meses). Así se comprueba que las vías de evacuación están limpias. Además, al menos dos veces al año hay que activar los sistemas de forma manual para verificar si son capaces de cumplir su labor en cualquier situación.

Por último, una vez al año se debe hacer una revisión general de todo el sistema de control de humos para ver si es capaz de atender tanto a las señales de activación manual como automática.