La protección pasiva en los conductos de ventilación

Los sistemas de protección pasiva contra el fuego son necesarios para poder garantizar la seguridad. En este sentido, los conductos de ventilación juegan un papel fundamental para poder evitar problemas de salud en las personas que se encuentran en ese lugar, llegando en ocasiones a ser claves para evitar la muerte en casos de intoxicación por inhalación de humo durante un incendio.

La inhalación de humos tóxicos, un gran problema

Tal y como muestran las estadísticas de la Asociación Española de Sociedades de Protección Contra Incendios, un 80% de las víctimas en incendios son perjudicadas por la inhalación de humos tóxicos. Esto se debe a que los gases que surgen a partir de los focos de incendio producen asfixia, pero también impiden que se pueda disfrutar de una buena visibilidad, perjudicando así la posible evacuación.

Por este motivo es muy importante que los sistemas de protección pasiva contra el fuego cumplan con las leyes vigentes, en las que se exige que los conductos de ventilación y de extracción de humos deben poseer resistencia al fuego, y estos deben cumplir con unos determinados criterios de integridad, tiempo y aislamiento.

Los conductos de ventilación con resistencia al fuego son obligatorios en centros comerciales, aparcamientos cerrados, espacios públicos concurridos por más de mil personas o casos en los que hubiese que evacuar a 500 personas o más en el caso de que tenga lugar un incendio. Este tipo de sistemas de protección pasiva son fundamentales para poder garantizar la seguridad y reducir los riesgos de que se produzca un accidente.