Diferencias entre los sistemas de protección pasiva y activa contra el fuego

En todas las casas y negocios es muy importante tener un sólido sistema de seguridad contra incendios, los cuales pueden salvar la vida de muchas personas frente a este incidente. Nuestros sistemas de protección pasiva contra el fuego ayudan en la contención de un incendio, mientras que la protección activa se centra en su extinción. Para un plan de seguridad efectivo lo mejor es combinar ambos sistemas, por ello te contamos en qué consisten.

¿Qué es la protección pasiva y activa contra incendios?

La protección pasiva contra incendios se refiere a las condiciones que debe reunir un edificio para prevenir daños en caso de incendio. El objetivo principal es evitar pérdidas tanto personales como materiales y que el fuego no se propague en exceso. Se denomina pasiva porque funciona sin la intervención humana ni de ningún tipo de energía ni fuerza externa.

Para que esta medida sea eficaz, las medidas constructivas deben permitir que una estructura sea capaz de resistir un incendio durante el mayor tiempo posible. Hay tres tipos de protección pasiva: la protección estructural, la compartimentación y el tratamiento de ignífugos.

En cambio, los sistemas de protección activa están destinados más bien a alertar sobre un incendio mediante dispositivos que actúan gracias a la intervención automática o humana. Dentro de este tipo existen tres categorías: la localización del fuego por medio de detectores de llamas, humo y calor, la supresión del fuego con dispositivos que sofocan el fuego directamente, como por ejemplo los extintores y, por último, la ventilación mecánica, encargada de mantener libre de humo las principales vías de evacuación.