Gracias a nuestro servicio de aislamiento en Palma de Mallorca se consigue reducir uno de los inconvenientes que conlleva vivir en una ciudad: el tráfico. Según el lugar donde ser viva, se pueden llegar a tener problemas acústicos muy serios, por lo que es recomendable pedir ayuda a un profesional para aislar acústicamente un edificio.
Los diferentes tipos de ruidos
Existen dos tipos de ruidos, el aéreo y el estructural. El primero es el que circula a través del aire sobre todo. Las ondas del sonido chocan con todas las superficies y al entrar estas en vibración, perturban el aire que las rodea. Normalmente se debe a un deficiente aislamiento acústico entre dos estancias. También puede deberse a que el nivel de sonido es bastante mayor del que debiera ser.
El ruido estructural aparece cuando un objeto choca con otro. La vibración que se crea se transmite a toda la estructura del edificio y la onda viajará por ella mucho más rápido y llegará a mayor distancia que por la vía aérea. En cualquier caso, lo más normal es que ambos tipos de ruidos se combinen.
En ambas situaciones será necesario un aislamiento acústico, o lo que es lo mismo, la utilización de un conjunto de técnicas, materiales y tecnologías para atenuar o aislar por completo el nivel sonoro de un espacio concreto. Esto se suele lograr actuando sobre las ventanas y las paredes, consiguiendo reducirse hasta 7 u 8 decibelios.